Corona perforadora para madera
En nuestra tienda online te ofrecemos todo tipo de coronas perforadoras, pero ¿sabes cómo puedes elegir la más adecuada a tus necesidades? En primer lugar, debes elegir el material que quieres perforar. Además del tipo de superficie, también es importante valorar el grosor que va a tener que atravesar. Con estos dos aspectos, podrás elegir entre diferentes modelos hasta encontrar el que mejor se ajusta a tus trabajos. Para los amantes del bricolaje o para realizar tareas de carpintería o ebanistería, es necesario contar con una corona perforadora de madera. Debido a la profundidad de corte y el diseño con el que han sido fabricadas, también suelen ser aptas para cortar en otro tipo de materiales, como PVC y plástico. Si vas a necesitar diferentes modelos de sierra de corona, bien por que deban tener diferentes diámetros o bien porque trabajarás en distinta superficie, lo ideal es adquirir un juego de sierras de corona. Tendrás en un mismo maletín varios tamaños, perfectamente organizados y contarás con una
Corona perforadora para metal
Estas coronas son como hojas cilíndricas que van unidas a un disco de corte, que puede ser de plástico o de metal, y que va unido a una broca. Si quieres conseguir trabajos profesionales, debes calcular el corte y perforación necesaria para cada caso, cuidado hasta el detalle los milímetros necesarios. Si necesitas perforar superficies de mayor dureza que la madera, debes adquirir una corona perforadora de metal. Hay que tener en cuenta en este caso del material del que está diseñada la sierra de corona, y en este caso, tiene que ser de metal duro. Gracias a ello, podrás perforar acero, ladrillo, hormigón, cerámica o yeso, entre otros. Si prefieres optar por coronas para perforar acero inoxidable, te recomendamos las de chapa de metal duro, perfectas para este tipo de metal, así como otros metales no ferrosos y fundición. Por otra parte, si quieres comprar una corona perforadora de diamante podrás trabajar sobre los materiales más duros que podemos encontrar, como son el ladrillo o el hormigón.