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El mantenimiento como pilar estratégico de la empresa moderna
¿Qué separa a las empresas líderes en su sector de aquellas que se quedan atrás? ¿Qué hace que algunas organizaciones sean capaces de mantener sus equipos funcionando como un reloj suizo mientras otras luchan constantemente con averías y paradas no programadas?
La respuesta, está en gran medida en cómo gestionan su mantenimiento industrial. Y tú, como responsable de mantenimiento, tienes en tus manos las llaves del reino.
En este artículo, vamos a profundizar en las cuatro claves fundamentales que todo responsable de mantenimiento debe dominar para llevar a su equipo y a su empresa al siguiente nivel. Están basados en la entrevista que realizamos en nuestro podcast “Mantenimiento en Acción” a Javier Fraile, Jefe de mantenimiento de DHL en Zaragoza. Prepárate para descubrir cómo puedes pasar de ser un simple “apagafuegos“ a convertirte en un verdadero estratega del mantenimiento industrial.
Capacitación continua: El combustible del éxito
Imagina por un momento que eres el director técnico de un equipo de fútbol de élite. ¿Dejarías que tus jugadores entrenen una vez al año y esperarías que ganaran la Champions League? Por supuesto que no. Entonces, ¿por qué deberíamos esperar que nuestros equipos de mantenimiento rindan al máximo sin una formación constante?
La formación como inversión, no como gasto
Muchos directivos ven la capacitación como un gasto, un lujo que solo pueden permitirse cuando sobra presupuesto. Pero sabemos que es todo lo contrario. La formación continua es una inversión que paga dividendos en forma de mayor eficiencia, menos averías y un equipo más motivado y comprometido.
Según un estudio realizado por la Asociación Española de Mantenimiento, las empresas que invierten al menos el 2% de su presupuesto de mantenimiento en formación experimentan una reducción del 30% en el tiempo de inactividad no planificado. ¿No te parece un retorno de inversión espectacular?
Creando una cultura de aprendizaje
Pero no se trata solo de enviar a tu equipo a un curso de vez en cuando. Se trata de crear una verdadera cultura de aprendizaje continuo. Aquí tienes algunas ideas para lograrlo:
- Programa sesiones de formación interna: Aprovecha el conocimiento de tus técnicos más experimentados para formar a los más jóvenes. Esto no solo mejora las habilidades del equipo, sino que también fomenta el sentido de comunidad y el intercambio de conocimientos.
- Fomenta la certificación: Anima a tu equipo a obtener certificaciones relevantes en su campo. No solo mejorarán sus habilidades, sino que también aumentará su confianza y motivación.
- Crea una biblioteca de recursos: Desarrolla una base de conocimientos digital con manuales, tutoriales y mejores prácticas que tu equipo pueda consultar en cualquier momento.
- Aprovecha la tecnología: Utiliza plataformas de e-learning y realidad virtual para ofrecer formación práctica y segura en entornos complejos o peligrosos.
Recuerda, en el mundo del mantenimiento industrial, el conocimiento no es poder; es supervivencia. Mantén a tu equipo actualizado y bien formado, y estarás sentando las bases para un mantenimiento de clase mundial.
Conocer los sistemas: La clave para dominar tu entorno
Imagina que eres un médico y te piden que operes a un paciente sin conocer la anatomía humana. Suena absurdo, ¿verdad? Pues bien, eso es exactamente lo que hacemos cuando permitimos que nuestros técnicos trabajen en sistemas que no comprenden completamente.
El poder del conocimiento profundo
Conocer los sistemas no se trata solo de saber qué botón pulsar o qué válvula girar. Se trata de entender el alma de la máquina, de poder escuchar su latido y saber cuándo algo no está bien, incluso antes de que las alarmas se disparen.
Un estudio realizado por el Instituto de Ingeniería y Tecnología (IET) reveló que el 60% de las averías críticas podrían haberse evitado si los técnicos hubieran tenido un conocimiento más profundo de los sistemas en los que trabajaban. Eso se traduce en millones de euros ahorrados y una productividad significativamente mayor.
Estrategias para profundizar en el conocimiento de los sistemas
- Mapeo de sistemas: Crea diagramas detallados de todos tus sistemas críticos, mostrando no solo los componentes, sino también las interrelaciones entre ellos. Esto ayudará a tu equipo a ver el “bosque“ además de los “árboles“.
- Formación específica por equipo: Organiza sesiones de formación dedicadas a cada sistema crítico, impartidas por expertos o proveedores. No escatimes en esto; el conocimiento que adquieran pagará dividendos a largo plazo.
- Rotación de personal: Implementa un programa de rotación que permita a tus técnicos trabajar en diferentes sistemas. Esto no solo amplía su conocimiento, sino que también previene la “ceguera de taller“ que puede desarrollarse cuando alguien trabaja demasiado tiempo en el mismo equipo.
- Documentación exhaustiva: Asegúrate de que cada sistema tenga un manual de operación y mantenimiento actualizado y fácilmente accesible. Mejor aún, crea versiones digitales interactivas que puedan consultarse desde tablets o smartphones.
- Simulaciones y entrenamiento práctico: Utiliza simuladores o equipos fuera de servicio para que tu equipo pueda practicar procedimientos complejos sin riesgo.
Recuerda, el conocimiento profundo de los sistemas no solo te permite resolver problemas más rápidamente, sino que también te da la confianza para innovar y optimizar. Es la diferencia entre ser un simple técnico y ser un verdadero maestro del mantenimiento.
Gestión preventiva: Anticiparse es ganar
¿Alguna vez has oído la frase “más vale prevenir que curar“? Pues en el mundo del mantenimiento industrial, esta máxima no solo es cierta, sino que puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso de una empresa.
El coste real de la reactividad
Muchas empresas aún operan bajo un modelo de mantenimiento reactivo, esperando a que algo se rompa para arreglarlo. Pero este enfoque es como jugar a la ruleta rusa con tu productividad. Según un informe de la Asociación Española de Mantenimiento, las empresas que operan principalmente de forma reactiva gastan hasta 3 veces más en mantenimiento que aquellas que tienen un enfoque preventivo sólido.
Construyendo un sistema de mantenimiento preventivo robusto
- Análisis de criticidad: No todos los equipos son iguales. Realiza un análisis detallado para identificar tus activos más críticos y centra tus esfuerzos preventivos en ellos.
- Planificación detallada: Desarrolla planes de mantenimiento preventivo para cada equipo crítico, incluyendo frecuencias, tareas específicas y recursos necesarios.
- Uso de tecnología predictiva: Implementa sensores y sistemas de monitoreo en tiempo real para detectar anomalías antes de que se conviertan en fallos. El mantenimiento predictivo puede reducir los costes de mantenimiento hasta en un 30%, según un estudio de McKinsey.
- Gestión de datos: Utiliza un CMMS (Sistema Computerizado de Gestión del Mantenimiento) para trackear todas las actividades de mantenimiento, analizar tendencias y tomar decisiones basadas en datos.
- Formación en técnicas preventivas: Asegúrate de que tu equipo esté bien formado en técnicas de inspección, análisis de vibraciones, termografía y otras herramientas preventivas clave.
- Cultura de prevención: Fomenta una cultura donde todos, desde los operarios hasta la alta dirección, entiendan la importancia del mantenimiento preventivo.
Recuerda, el objetivo del mantenimiento preventivo no es solo evitar averías, sino optimizar el rendimiento y la vida útil de tus activos. Es pasar de ser un departamento que “arregla cosas“ a uno que “asegura la productividad“.
Mantenimiento como beneficio: Cambiando la percepción
¿Cuántas veces te has encontrado luchando por justificar el presupuesto de tu departamento? ¿Cuántas veces has oído a alguien de la dirección referirse al mantenimiento como un “centro de costes“? Es hora de cambiar esa narrativa.
El verdadero valor del mantenimiento
El mantenimiento no es un gasto necesario, es una inversión estratégica que impulsa la rentabilidad de toda la empresa. Un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid reveló que por cada euro invertido en mantenimiento preventivo, las empresas ahorran entre 5 y 10 euros en costes operativos y pérdidas de producción.
Estrategias para demostrar el valor del mantenimiento
- Habla el lenguaje del negocio: No te limites a reportar métricas técnicas. Traduce tus logros a términos financieros. Por ejemplo, no hables solo de “tiempo de inactividad reducido“, habla de “aumento de la producción valorado en X euros“.
- Calcula el ROI: Desarrolla modelos para calcular el retorno de inversión de tus iniciativas de mantenimiento. Esto puede incluir ahorros en costes de reparación, aumento de la vida útil de los equipos, y mejoras en la calidad del producto.
- Alineación con los objetivos estratégicos: Demuestra cómo tus actividades de mantenimiento contribuyen directamente a los objetivos estratégicos de la empresa, ya sea mejorando la calidad, reduciendo costes o aumentando la capacidad de producción.
- Casos de éxito: Documenta y comunica tus éxitos. Cuando evites una avería mayor o mejores significativamente el rendimiento de un equipo, asegúrate de que toda la organización lo sepa.
- Involucra a otros departamentos: Colabora estrechamente con producción, calidad y finanzas. Cuanto más integrado esté el mantenimiento en las operaciones generales, más fácil será demostrar su valor.
- Benchmarking: Compara tus métricas de mantenimiento con las mejores prácticas de la industria. Esto no solo te ayudará a mejorar, sino que también demostrará a la dirección que estás operando a un nivel de clase mundial.
Recuerda, tu trabajo como responsable de mantenimiento no es solo mantener las máquinas funcionando; es asegurar que la empresa opere al máximo de su potencial. Cuando logres que la dirección vea el mantenimiento como una ventaja competitiva en lugar de un gasto necesario, habrás ganado la batalla más importante.
El mantenimiento como pilar del éxito empresarial
A lo largo de este artículo, hemos explorado las cuatro claves fundamentales que todo responsable de mantenimiento debe dominar: la capacitación continua, el conocimiento profundo de los sistemas, la gestión preventiva y la demostración del valor del mantenimiento como beneficio.
Estas no son solo buenas prácticas; son los pilares sobre los que se construye un mantenimiento de clase mundial. Un mantenimiento que no solo mantiene las máquinas funcionando, sino que impulsa la productividad, la calidad y la rentabilidad de toda la organización.
Como responsable de mantenimiento, tienes en tus manos una oportunidad única. No eres solo un “arreglador de máquinas“; eres un estratega, un innovador y un líder. Tienes el poder de transformar tu departamento de un centro de costes a un centro de excelencia que impulse el éxito de toda la empresa.
El camino no será fácil. Requerirá dedicación, aprendizaje continuo y la capacidad de inspirar y liderar a tu equipo. Pero los resultados valdrán la pena. Imagina una planta donde las averías sean la excepción y no la regla, donde la productividad esté en constante aumento y donde tu equipo sea respetado como verdaderos profesionales y expertos en su campo.
Ese futuro está a tu alcance. Las herramientas y conocimientos están ahí. La pregunta es: ¿estás listo para dar el siguiente paso y llevar tu mantenimiento al siguiente nivel?
Preguntas para reflexionar
- ¿Cómo podrías implementar un programa de capacitación continua en tu departamento que no solo mejore las habilidades técnicas, sino que también fomente la innovación y el pensamiento crítico?
- ¿De qué manera podrías utilizar la tecnología y los datos para pasar de un enfoque reactivo a uno verdaderamente predictivo en tu estrategia de mantenimiento?
- ¿Qué pasos concretos podrías dar para cambiar la percepción del mantenimiento en tu empresa, de ser visto como un centro de costes a ser reconocido como un impulsor estratégico del éxito empresarial?
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